BIO
David Tejeiro López
En 2012, comenzó a trabajar con los paramotores. Con ellos podía volar en cualquier parte del mundo sin necesitar una zona alta donde desplazarse para coger impulso. Con este nuevo equipo llegó a conseguir un espectáculo único e increíble acompañado de acrobacias, humo, luces, etc.
Ese mismo año, debido a su constancia, se convirtió en uno de los pioneros en una nueva modalidad de paramotor acrobático, consiguiendo el récord mundial de un «Infinity Tumbling» de 202 vueltas consecutivas, consistente en una maniobra radical en la que el piloto ejecuta 202 giros sobre la vertical del parapente. Nadie lo ha podido superar aún.
Años después, dejó las competiciones para dedicarse al mundo de la demostración, viajando desde EEUU hasta China, participando en más de 200 eventos deportivos y espectáculos.

En 2015, Javi (el hermano mayor) y David se propusieron conseguir otro récord mundial, en el que en plena acrobacia sufrieron una rotura del parapente que casi les cuesta la vida. A partir de este momento, David comenzó a buscar alternativas que cuidasen de su seguridad. Fue cuando comenzó en el mundo del paracaidismo para poder tener otra opción por si existía algún problema con el parapente, poder salir despedido de él.
Con el paso de los años y practicando el paracaidismo, encontró otro mundo lleno de espectáculos y récords, uniéndose así a equipos especializados en saltos desde aviones y formaciones, consiguiendo así dos récords nacionales en esta modalidad.
En 2016, tras estar cuatro años practicando con el traje de alas, combinó dos deportes extremos en un mismo vuelo, en el cual consiguió ser el primer piloto en el mundo en realizar la acrobacia más extrema: volar con el parapente, realizar acrobacias (Infinity Tumbling), salir catapultado a más de 200 km/h con el traje de alas y planear.
En 2021, empezó su nuevo proyecto en el mundo de la aviación, en el que inició el curso de helicóptero para así poder realizar futuros proyectos. A día de hoy ya tiene su licencia como piloto de helicóptero y la habilitación para poder pilotar el Robinson 44.